lunes, 20 de febrero de 2012

Sosiego


Serenidad respiro en ese instante

en que nada perturba

la paz de mi remanso

en mi refugio acuífero paseo

mi espíritu, mi luz y mi semblante

pensando en el sosiego venidero.


Solo oigo el silbido de un jilguero

que revoloteando va derecho

al árbol que mece mi alma plena

fundiendo mi persona en el paisaje

del verde prado y cristalina senda.


Mi mundo se transforma y solo siento

esta tranquilidad que siempre quise

y que tanto busqué por los caminos,

por los ríos, el mar y el desatino

sin llegar a saber que estaba dentro,

en este espacio envuelto

de mis sueños.



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