Doy gracias a la luz
que ilumina a la sombra
que serpenteaba a mi paso
anegando mi campo de amapolas.
Amapola silvestre
rubor incandescente
corola en terciopelo
que dormita en el suelo.
Doy gracias a la lluvia
que regó de ilusión
a ese campo baldío
en terruño quebrado
devorado de hastío.
Amapola silvestre
rubor incandescente
corola en terciopelo
que dormita en el suelo.
Doy gracias a los trinos
a los cantos del viento
suaves aires que calman
el clamor de algún grito
de embarrado gemido.
Vida llama a la vida
rompe y rasga el destierro
amapola de fuego
que alimenta mi suelo.
amapola de fuego
que alimenta mi suelo.